Esta hermosa criatura marina que descansa en la playa al atardecer, alejada de las miradas indiscretas se llama Ariel, la Sirenita. Es un amigurumi tamaño muñeca porque todas los patrones de princesas Disney que encontraba eran demasiado pequeños para poder jugar con el pez y la tortuga marina (patrón de Pica-Pau).

Como ya os la presenté ayer, hoy sólo nos queda poneros el patrón. 

Después del éxito de Blancanieves tenía que seguir con las heroínas Disney tamaño muñeca, así que me fui a buscar a Ariel, la princesa de los mares por excelencia: ♫♪♫ bajo el mar, bajo el mar, vives contenta, siendo Sirena eres felizzzz...♫♪♫♪

Como todo el mundo sabe, las sirenas salen al amanecer para recibir a las tortuguitas recién nacidas en las playas y recogerlas cuidadosamente sin ser vistas…

Y se las llevan al fondo marino, junto al resto de sus juguetes. Ellas coleccionan ballenitas, conchas de tubo y planas, submarinos, piedras, pulpos, sombrillas olvidadas por esos raros humanos y, por supuesto, tortugas. Aquí vemos descansando de su trabajosa mañana recolectora a nuestra Ariel. Si tú quieres tener una igual, o parecida, mañana te pongo el patrón.

No hace falta consultar una Bola de Cristal que nos retrotraiga al pasado, porque la diseñadora Rosa del Castillo (X Rosy) nos ha enviado a la auténtica Bruja Avería de aquellos programas de los sábados, televisión matinal y única entonces, que dirigía la fantástica Lolo Rico por los 80, en plena Movida, con Alaska como fuerza motriz.

Con un rasgo de humor propio de aquel show, Rosa del Castillo ha rebautizado al personaje inolvidable como Bruja Lanería, sustituyendo sus cables y aparejos por hebras de lana y un rayo que va tejiendo. ¿La queréis hacer?… Aquí os pongo este regalo de patrón:

Una conocida amigurumista nos mostró entusiasmada unas revistas de los años 70 en las que ya salían muñecos de crochet y a dos agujas: ¡Mirad, ya había amigurumis entonces…!

Claro, siempre los ha habido. Pero antes de que los japoneses exportaran la palabrita amigurumis por el mundo, se llamaban genéricamente “muñecos de trapo”. De tela, de hilo, de lana, de algodón, de arpillera, de saco, hechos con las bolsas de las patatas, con los restos de una tapicería vieja, con la ropa que se le quedaba pequeña a Nana, con la almohada apolillada, con retales, con los últimos colores del cesto de las lanas.

Muñecos regionales, religiosos, de paseo, grandes, medianos y hasta broches para colocar en la solapa en la verbena del pueblo a esa novieta que te gustaba más que un palo duz. Y eso me recordó una vieja historia familiar.

Aquí está el patrón para tejer este especial homenaje a Frida. No os perdáis la entrada que le dedicamos ayer. Pero antes de empezar con él, os pongo una frase de su Diario que siempre me ha conmovido: “Alegría sana. Ojos en las manos y tacto en la mirada. Limpieza y ternura frutal. Enorme columna vertebral que es base para toda la estructura humana. Ya veremos, ya aprenderemos. Siempre hay cosas nuevas. Siempre ligadas a las antiguas vivas”

Como siempre, dándole a la tecla “Leer Más” accedéis al PATRÓN. Pero si lo preferís, os los tejemos nosotras por 45€ (Atendemos en España y UE. Consultar para otros destinos)

Durante años he coleccionado todo lo referente a Frida Kahlo. Una mujer que se valió de su imagen para denunciar el sufrimiento, la pérdida del hijo, la infidelidad, el desamor, e incluso su propia agonía a las puertas de la muerte. He intentado diseñar y tejer una muñeca digna, aunque nunca estará a su descomunal altura.

Hoy os pongo varias imágenes de cómo me quedó Frida Amigurumi terminada. Le hice un ave del paraíso con plumas de colores, le coloqué un crucifijo, bordados de flores, su tocado del pelo, su mantón granny, sus enormes pendientes y su enagua india bajo la falda.

Una de las cosas que encuentro más complicadas es trasladar un personaje de dibujos animados a un muñeco amigurumi. Pasar a las tres dimensiones y que el personaje tenga el mismo espíritu, por decirlo así, el mismo alma que el dibujo plano.

La diseñadora Laura Blanco Franqueira nos ha regalado su particular óptica sobre Champiñón, el niño seta héroe de Friends. Aquí está esta joyita de patrón, disfrutadlo.

Qué chuli este sitio al que me han traído, con este solecito, y me han dejado encima de esta tela rizada tan suave, qué bueno y que rico, pero yo…

¡A todas partes con mis amigurumis!…

El auténtico gigante, con o sin espinacas, es este Popeye que he realizado con un patrón de Sueños Blanditos.

La verdad es que no esperaba que me saliera tan gigante.  Mide 50 cms., como el cocodrilo aventurero puesto de pie. Es muy salado, pero no sé yo si me voy a atrever a hacerle a la novieta Olivia, que aun parece más alta… Bueno, quizá con un número menor de ganchillo, y cuando recobre fuerzas, me planteo que un marinero no puede estar sin su costilla.

Ahora bien, ha sido un reto divertido. El amigurumi trae todos sus avíos, está muy conseguido. Esas formas, ese culillo…

     

Esta mascota tiene suerte de poder viajar en una cómoda bolsa hecha especialmente para ella. Y no colgada del pescuezo en un mochila, como suele suceder, o con su cráneo atravesado por un enganche metálico de llavero comprado en cualquier bazar.

 

La idea no es mía pero me gustó mucho. El bolsito sirve para complemento veraniego además, os pongo el enlace a la página de dónde lo saqué porque es gratuito. El conejito original era un broche, y yo quería que fuera una auténtica mascota. Si queréis hacerlo, podéis seguir mis sencillos pasos: